
Después del fallecimiento de mi suegro, Mati se había quedado muy tocada, pensé que lo mejor era irnos de viaje. Me decidí por Perú, donde habíamos estado ocho años antes y pensé que era un lugar idóneo, tranquilo, con Eugenio en su coche recorriendo esta vez la ruta Viracoche que nos faltó en el viaje anterior y de paso también algunos lugares del valle Sagrado, donde estaba vez podía utilizar imágenes en color, gracias al digital. Cargué con la Canon EOS 5D y el objetivo de 17/40 mm., también la XPan II para hacer algunas panorámicas, esta vez fueron solo 13 rollos de película en blanco y negro.
Fue un viaje de once días, partiendo desde Cuzco, esta vez nos alojaríamos en el Hostal Loreto, no quería más sorpresas en la casa de Eugenio, con el robo de la mochila en el viaje anterior. Además estaba situado en la misma Plaza de Armas, en pleno centro y allí nos recogería Eugenio cada día para hacer la ruta.





El primer día fuimos al mercado del Chinchero donde volví a encontrarme con la misma señora en el mismo lugar de ocho años antes. En Maras, estuve en el cementerio donde había un entierro con interesantes escenas, a la gente les daban de beber una especie de vino dulce. Imágenes con las que conseguí uno de mis últimos premios importantes en certámenes fotográficos, ya empecé a participar menos y dedicarme más a publicar mis proyectos. Era menos lucrativo pero me sentía más satisfecho plasmando en un libro las imágenes que iba realizando en mis viajes. Ollantaytambo y Pisac fueron otros de los lugares visitados en este día.
Al día siguiente fuimos a las panaderías de Oropesa, los tejares de Piñipampa, todo eso quedó sepultado por el agua en el viaje de vuelta por unas terribles inundaciones, en las que estuvimos a punto de quedar atrapados. También estuvimos en Urcos y Huasao, el pueblo de los brujos, donde realicé algunas imágenes interesantes.
Anta, Huaracondo, Pucyura, Ancahuasi y Limatambo fueron los lugares del cuarto día en el valle Sagrado. Al siguiente día recorrimos Mollabamba, Llucllora, Checacupe, Tinta, Raqchi, Combapata y Sicuani. Paramos un buen rato en Tinta donde capté la imagen de un tren pasando. Iniciamos la ruta Viracoche a través del Puerto de La Raya, era el mes de enero y hacía bastante frío, a la vuelta nos cayó una buena nevada por el Puerto, este día pasamos por Pukara y Juliaca, donde nos alojamos.




La siguiente parada era Puno, el punto más lejano del recorrido, antes pasamos por Sillustani y Atuncolla, lugares que me sorprendieron gratamente. En este segundo viaje a Perú había notado como la población había emigrado hacia las grandes ciudades y la mayoría de estos lugares estaban muy desérticos, también influía las bajas temperaturas. Llegamos hasta la frontera con Bolivia donde había un mercado, aunque menos interesante que los del valle Sagrado.
Iniciamos el camino de vuelta por Santa Rosa y Ayaviri, donde celebraban la fiesta de La Candelaria, también asistimos a una boda. Atravesamos de nuevo el Puerto de La Raya, esta vez completamente nevado. En San Pablo nos aguardaba una gran sorpresa, La fiesta de Mamaché Belén, eran alucinantes, una especie de carnavales con disfraces y trajes que cambiaban cada día, bailes, comparsas, así que decidimos quedarnos allí nos noches, asistiendo también a una boda que se celebraba. El colorido era tremendo, fue de lo más interesante de este viaje.
La última parada era Cuzco, desde donde partiríamos hacia Lima para coger el vuelo de regreso. Antes por el camino visitamos las salinas de Maras y vimos los destrozos que las intensa lluvias habían producido en los diferentes lugares que anteriormente habíamos recorrido.





En este viaje pude añadir cerca de cien imágenes a las que ya tenía del primero viaje para cerrar el proyecto que diez años después publicaría en un libro llamado “Al fondo de Pachamama”. Con un total de 72 imágenes en color y blanco y negro en formato de 27,5×27,5 en tapas duras. Realicé una tirada limitada de 75 ejemplares de la que pueden quedar unos diez disponibles.
Todavía recuerdo la tremenda patada que me dio esta señora en la rodilla, al hacerle una foto. Estaba bastante bebida, unos de los grandes problemas en Perú es la bebida, tanto en hombres como en mujeres, la chichería es el lugar donde se reúnen para beber chicha, un licor destilado que toman en grandes vasos.
