
Después de un paréntesis de más de año y medio sin viajar, decidí esta vez ir a Camboya siguiendo un poco la ruta asiática que inicié en India y continué con Vietnam, llegamos a Bangkok nos hospedamos dos días a la ida y otro a la vuelta de Camboya, donde pasamos siete noches en el mes de Octubre. Había visto un documental en televisión sobre la gente que vivían a la orilla del río Komplong Pluhk y aquello me llamó la atención. De paso podíamos visitar los templos de Angkor, una de las maravillas de esta Tierra que habitamos.
Cargado con mi equipo fotográfico de una Canon EOS 5D con objetivos de 24/105 mm y un 16/35mm que me había comprado sustituyendo al anterior 17/40 mm, además de la panorámica XPan II con la que esta vez realicé sólo cuatro rollos de película en blanco y negro.




En Bangkok visité el mercado flotante de Damnoen Saduak, a bastante distancia de la capital, lo cual fue un error, pues luego me parecieron más interesante los de Camboya. Así que fue un día perdido en Bangkok, pero esto suele suceder en los viajes, todos los días no son aprovechables. Bangkok era una gran ciudad, muy poblada, ruidosa, algo que no me atrae en absoluto.
Al día siguiente día tomamos el vuelo hacia Camboya al aeropuerto de Siem Reap donde nos alojamos en el hotel Angkor Riviera siete noches por 265 €, los precios en Camboya eran bastante baratos, lo más caro fueron los vuelos. Nos gastamos menos de 500 € en toda la estancia, comida y transporte, alquilamos un tuc-tuc que nos recogía cada mañana en la puerta del hotel para llevarnos al lugar correspondiente. El chófer al irnos nos dijo que normalmente los turistas estaban dos o tres días máximo pero nadie siete como yo. Hasta hace poco me escribía por email asiduamente.
El primer día estuvimos por el lago Tonle Sap, cerca de Siem Reap, me pareció un poco turístico, te llevaban a visitar una escuela, a un almacén para comprar comida para los niños, a saber si luego no se la volvían a revender. También a ver unos cocodrilos. Para mi fue más interesante caminar luego por los alrededores de la orilla donde pude seleccionar una media docena de fotos para mis futuros proyectos.
Sacamos unos bonos para visitar los templos durante tres días, había muchos, era más ventajoso. El más interesante de todos y más grande era Angkor Wat, había que madrugar bastante para que no hubiese tantos turistas, pero daba igual, siempre estaba repleto de gente, además el calor y la humedad eran insoportables, en mi vida sudé tanto.



El templo de Thom tenía caras efigies esculpidas en la roca, Ta Prohm, donde se rodó la famosa película de Tom Raider, fue también de los más interesantes, había que esperar el momento en que no hubiese nadie en la escena si querías sacarlo sin personas. Otros más pequeños como Banteay Samro y Ta Som, también tienen su interés. Kbal Spean, hay que hacer una gran caminata y sus imágenes están esculpidas en rocas en el agua. La verdad una auténtica maravilla que merece la pena ver.
Siem Reap es pequeño y realmente sino fuera por los templos no tendría más de dos días de visita, fuimos también al bosque sumergido en el Lago Komplong Phluk, mucho más interesante que el anterior, puedes alquilar una barca para ti solo que te lleva por el lago y hacer fotos a sus edificaciones sobre el agua. Aquello está lleno de vida.
También visitamos alguna Pagoda y asistimos a la celebración del día de los difuntos en Banteay Samro dónde la gente hacía ofrendas a los monjes en forma de comidas y alimentos. Era curioso ver cómo llegaban en sus grandes coches cargados de estos enseres.




Esta zona de Siem Reap tenía buena infraestructura para comer y pasear y el hotel con muy buenas instalaciones. Al final conseguí unas cuarenta imágenes de todos estos días para incluir en futuros proyectos, algunas de ellas ya publicadas en proyectos como “La Tierra que habitamos”. Fue un lugar interesante, aunque no para repetir para el próximo me apetecía un nuevo cambio de continente, esta vez el africano. Precisamente había iniciado mis viajes en Marruecos pero desde hace tiempo tenía ganas de visitar el África negra. Sin duda aquello era más problemático, conflictos enfermedades y no demasiadas buenas infraestructuras para viajar y todo aquello encarecía bastante el viaje. Pero si quería ir era mejor más pronto que tarde.

